Disfrutemos del verano
¿Te vas de vacaciones con la familia? ¿Has estado esperándolas durante mucho tiempo cual preso que marca con una cruz los días que le quedan para ser libre? ¿Tienes muchos planes? ¿Hay muchas expectativas puestas en estos días?
Aquí van algunos consejos para que este tiempo vacacional sea realmente de disfrute y te permita volver a la rutina con las pilas cargadas:
Que las expectativas de nuestro viaje sean realistas para que no nos desilusionemos al ver que no son tal y como lo habíamos imaginado
Está bien planificar actividades, visitas, paseos… pero siempre manteniendo la flexibilidad para poder aceptar sin estrés ni enfado los contratiempos que surgirán inevitablemente.
Pasar tiempo de calidad con la familia, lo cual implica entre otras cosas dejar de lado la tablet, el móvil o el ordenador para centrarse en el aquí y ahora de lo que estamos viviendo.
Si vamos con la pareja y los hijos, es muy importante encontrar tiempo para estar todos juntos, pero también para pasarlo a solas con la pareja, poder hablar de cosas personales con tranquilidad y disfrutar de momentos de intimidad. Incluso recordar esas pequeñas cosas que los unieron, esos detalles que gustaron al uno del otro y que hacen que esa persona sea "la persona".
Olvídate del reloj: estamos suficientemente tiranizados por el tiempo y los horarios en nuestro día a día. Es muy agradable estar, dejarse llevar, fluir...
Es clave en estos días encontrar tiempo para uno mismo. Haz lo que quieras, algo que de verdad te guste, sea lo que sea, sólo para tu propio disfrute sin pensar en lo que quieren los demás. Encuentra momentos de silencio y paz mental para combatir y dejar de lado el ruido mental que te acompaña diariamente. Disfrutemos de nuestra propia compañía y demostremos que nos queremos.
Acepta y respeta los gustos de los demás compañeros de viaje. Hará falta negociar, tener paciencia, ser empático y entender a los demás. A lo mejor quieren hacer algo distinto que tú o lo mismo pero de otra forma. Habladlo y negociadlo.
Ríete mucho de todo y sobretodo de ti mismo hasta que te duela la barriga de tanto hacerlo. Hará que todo sea más brillante, más especial, más inolvidable.
Esta es la vida que tenemos y que hemos elegido vivir, así que quiérete, disfruta y ama.
Buen día. Buena vida.
Vero.
