top of page

Me gusta llorar.

Puedo decir sin rubor y sin pudor que lloro mucho, por muchas cosas y que lo hago casi todos los días.

Para mí el llanto tiene algo mágico. Puede expresar una variedad de emociones. Yo lloro cuando estoy triste (obvio), cuando estoy alegre, cuando algo me causa mucha gracia, cuando siento un gran enfado, cuando me dicen algo que me gusta, cuando veo a otros sufrir, cuando tengo alguna discusión fuerte, cuando veo a otros siendo felices, cuando tengo algún dolor físico, cuando tengo miedo, cuando estoy muy cansada y tengo mucho sueño o tengo mucho hambre (ahí soy una niña en toda su esencia), cuando recibo buenas y malas noticias, cuando me reencuentro o me despido de personas a las que quiero mucho, cuando veo pelis, cuando escucho canciones, cuando veo algo muy bonito…

gusta-llorar-post-blog-veronica-lagos

¿Soy por eso una llorona? No sé y en el fondo, no me importa. Ya tengo una edad en la que me siento con licencia para poder expresar miles de cosas a través del llanto y no avergonzarme por ello. Sin ir más lejos, esta mañana yendo a la consulta en metro, leí un texto que me conmovió tanto (gracias Luis) que me puse a lagrimear sentada en el metro. Sí, algunas personas me miraron y sí, no me avergoncé, ni lo reprimí, ni me puse gafas para que no se me notase. Estas son cosas que hacía cuando era joven, cuando desconocía lo bueno y beneficioso que es llorar.

Después de llorar siento el cuerpo más relajado, me siento más tranquila y liberada. No digo que haya que expresar todo a través del llanto, solo digo que a mí me sienta bien y podría asegurar no soy la única a la que le sucede esto.

Por otro lado, me gusta ver llorar a los hombres. La frase «que los hombres no lloran» me parece desfasada, inadecuada, limitante, represora, injusta y totalmente falsa. Cuando un hombre llora, está expresando emociones como ser humano que es. No es más débil por ello, todo lo contrario, eso lo humaniza y lo hace más bello. Mi padre y mi hermano pequeño son dos de los hombres a los que he visto llorar con más frecuencia y eso, me ha hecho sentirlos más cercanos y quererlos más.

En consulta, el llanto o los ojos de lluvia (a punto de llorar) me dan una pista de que hay una herida abierta referida al tema que estamos tratando en ese momento. Para mí es útil porque me marca un camino que debería explorar en algún momento.

Por todo esto, llora, ríe, siente, canta, baila, ama sin miedo a lo que piensen los demás. Estás vivo.

Vero.

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
bottom of page