Date un respiro, tómate el día libre

Quiero empezar este artículo agradeciendo por lo afortunada que soy por tener trabajo y poder disponer de mi tiempo como quiero, ya que trabajo para mí misma. Esto tiene dos caras, como todo, pero no es de esto de lo que quiero hablar.

Ahora que estamos solas, voy a hablarte de lo importante que es para nuestro bienestar y nuestra salud el poder desconectar. Tomarte uno o unos días de vacaciones para recargar pilas.

Tiempo para ti

Debido a esta situación actual de tanta incertidumbre, nos forzamos más y más a trabajar muchas horas para poder ser muy productivos. Porque no sabemos qué pasará en un futuro. Nos decimos que ya tendremos algunas tardes libres y los fines de semana.

Además "¿adónde me voy a ir si apenas nos podemos mover?".

Nos creemos que, si no sacamos el máximo provecho de cada hora, estamos perdiendo tiempo. Los profesionales independientes en general somos malos tomándonos vacaciones. Incluso nos encontramos trabajando, cuando en teoría estamos de vacaciones o en nuestro tiempo libre.

Por eso quiero decirte algunas cosas que me gustaría que consideraras.

1. Escucha a tu cuerpo porque es tu mejor aliado. Él te informará de cuándo necesitas descansar. Préstale atención por favor. Si estás permanentemente cansada o te duele el cuerpo. Si te lleva mucho tiempo completar una tarea que antes realizabas con más facilidad; estás irritable o muy nerviosa con frecuencia; si conoces tus límites y sientes que los estás excediendo... Te sugiero que te tomes un tiempo de descanso. Y un día puede que sea suficiente o no. Toma consciencia de que algo pasa y que tienes que cuidarte. A veces no nos damos cuenta que no estamos bien y necesitamos de un observador externo que nos conozca y nos dice que algo nos pasa.

2. No te sientas culpable por tomarte un tiempo sin trabajar. En vez de llamarlo descanso, llámalo recuperación. Piensa “me estoy recuperando, estoy invirtiendo en mi futuro, en mi energía, en recargar mis pilas”.

3. Haz que tu pausa laboral sea realmente una pausa. Haz que ese tiempo de descanso sea de real descanso. Que los emails no lleguen a tu móvil esos días ni compruebes las apps. Cuando estés en esas minivacaciones, permítele a tu mente ser libre y que vaya donde quiera. El soñar despierto es una muy buena actividad mental ya que sin darnos cuenta podemos llegar a soluciones creativas e inesperadas de problemas sin resolver. O lee un libro que no tenga nada que ver con tu realidad del momento.

4. No te fuerces a ser productivo en estos días de descanso. Ante todo, define qué es descansar para ti: leer, caminar por la playa, dormir al sol, ir a la montaña, salir a correr. Ten presente esto cuando pienses en que “deberías” estar haciendo algo productivo. Estás descansando para recuperarte y prepararte para el “largo viaje” que viene a continuación.

Hoy me voy a tomar ese día de descanso para mí y lo primero que haré es no ponerme ningún objetivo. Saldré a caminar en silencio por la huerta, cocinaré algo rico y veré por dónde me lleva este día sin metas, donde yo soy lo prioritario.

¿Te apuntas?

Buen día. Buena vida.

Vero