Pequeños gestos que enamoran

Los pequeños gestos que enamoran son esos detalles que marcan la diferencia. Y dicho así queda muy bien, pero ¿en qué se traduce? ¿Cuál es la clave del éxito?

Mantener viva la llama puede ser muy sencillo

¿Sabías que las parejas sanas y que funcionan bien se dan amor y apoyo de manera espontánea y con frecuencia? No esperan una ocasión especial para demostrar cariño.

Disfrutan de verdad haciendo cosas por el otro solo “porque sí”, sin más. Y eso son gestos que nos vuelven a enamorar.

Entonces ¿qué cosas hacen esas parejas felices por el otro, solo por el placer de hacerlas?

Se mandan mensajes de texto diciendo hola, espero que estés bien. Otra opción es una llamada preguntando si hace falta que pasen por el súper de camino a casa. Si te falta algo o si tienes algún capricho o necesidad. El mensaje aquí es: “estoy pensando en ti”. Y de esto resulta un sentimiento de conexión muy bonito.
Se sorprenden con notas, mensajes o tarjetas. Como un simple mensaje o nota sobre la mesa, antes de ir a trabajar. Eso es un gesto tierno que hace que el otro se sienta especial. Además, te recuerda mientras lo escribes lo afortunado que eres de tener esa pareja.
Se hacen cumplidos mutuamente. Se dan feedback positivo de pequeñas cosas, se reconocen mutuamente los detalles que tienen el uno con el otro.
Hablan abiertamente de lo que piensan y sienten. Imagina que tu pareja siente que contarte algo es como ir al dentista a que te quiten una muela ¿a ti te pasa? Puede que esto provoque que te sientas solo dentro de la pareja. No hace falta contarse todo el tiempo pensamientos y sentimientos profundos, pero sí, hacerlo con la frecuencia necesaria para conocer al otro realmente.
Son generosos. La generosidad espontánea es un regalo que no espera una contrapartida por parte del otro. Cuando te sientes seguro y a gusto en una relación te apetece dar más que la parte que te corresponde. Esos gestos generosos aunque pequeños, como hacerle un café o comprarle ese chocolate que tanto le gusta, son grandes muestras de amor que satisfacen a ambos.
Sorprenden a su pareja con su comida favorita. Todos sabemos a estas alturas que la comida nutre. Y, a través de la comida, damos amor y conectamos con los demás. Pero cuando te tomas la molestia de traer o preparar eso que tanto le gusta a tu pareja, sabes que has dado un mega salto en la escala del amor (bueno, es una manera de decirlo).
Lavan el coche sin que lo pidan. Cuando tu pareja ve el coche súper limpio y oliendo de maravilla, se siente muy agradecido.
Se dicen con frecuencia “te amo”. Y lo dicen de manera espontánea, inesperada y sin que nadie lo pida. Generalmente, uno de los dos lo dice con más frecuencia y el otro es el que dice “yo también”. Y a lo mejor uno de ellos dice que no quiere decirlo demasiado para no ser empalagoso. Pues ten presente que, en una pareja feliz, ambos lo dicen y lo dicen de corazón cuando lo hacen.
Tienen el hábito de decir “gracias”. En las parejas que hace tiempo que están juntas, una manera segura que tienen de mantener la llama ardiendo es siendo agradecidos. Es muy bonito ver cómo la cara de tu pareja se ilumina cuando le agradeces algo o pones en evidencia lo mucho que aprecias lo que hace por ti. A todos nos gusta saber que somos importantes y que nos valoran. Y las parejas bien avenidas tienen esto muy claro. Por eso, aunque demos por sentado nuestro amor por el otro, reconocer sus esfuerzos y sus contribuciones hace que la conexión sea más profunda.

Si tu pareja no hace estas cosas por ti, no desesperes, recuerda que las relaciones se tienen que trabajar.

Todas las parejas atraviesan un proceso y, si no obtienen lo que quieren, solo hay que pedirlo desde la calma y el amor. ¡Ah! Muy importante: tu pareja no te lee la mente.

Buen día. Buena vida.