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Las peleas de los recién casados


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Una vez decimos “sí quiero” pensamos que todo será fácil, novedoso, refrescante, vibrante en esta nueva vida de casados. Pero, de hecho, en esta primera “fase de luna de miel” no todo irá viento en popa.

Cuando dos vidas se juntan, habrá muchos cambios, que van desde las dinámicas familiares a las finanzas. Y esos cambios también nos sorprenderán, para bien o para mal.

La nueva vida de recién casados

Al casarnos, todos pensamos que vamos a ser esposos geniales. Pero, una vez que las alianzas están puestas, nos hemos comido el pastel de boda y solo quedan los adornos, todo cambia.

La realidad se impone y nos damos cuenta de que el matrimonio no es tan fácil como pensábamos. La combinación de familia, pertenencias, amigos, dinero... Puede parecer “demasiado”.

Entonces ¿cuáles son las peleas más comunes el primer año de matrimonio? ¿Cómo navegar en estas aguas, a veces embravecidas, antes de cumplir el aniversario?

Nosotros, nuestras circunstancias y las peleas

Las peleas de los recién casados más típicas son:

¿Cuándo vamos a tener un bebé?

Una vez casados ya deberían haber surgido esas charlas sobre si tener hijos o no tenerlos. Aunque, a lo mejor, las charlas no fueron lo suficiente extensas.

Quizás no se llegó a tratar ningún detalle concreto. Como el cuándo o el cómo empezar una familia; cuándo tener el primer hijo, cuántos hijos en total o cuánto tiempo entre un hijo y otro.

Es bastante típico que uno tenga la sensación de que el tiempo pasa y los hijos no llegan. Mientras que el otro quiere disfrutar de la vida de casados o tiene metas profesionales previas a la paternidad.

La experiencia de planificar y celebrar una boda es diferente para cada uno. Y puede afectar a las fechas y los tiempos respecto a tener hijos o comprar una casa.

En ocasiones, sucede que uno eche el frena y quiere más tiempo. Pero, mientras tanto, el otro acelere las cosas después de hablar con amigos y familiares.

Es muy recomendable esperar por lo menos un año desde la boda. Darse tiempo para explorar y llegar a acuerdos respecto a estos temas tan importantes.

¿Qué ha pasado con nuestra vida sexual?

Es muy fácil y común dar por sentado que la química sexual que tienes con tu pareja durará para siempre. Y, sobre todo, que no requerirá ningún esfuerzo mantenerla.

Pero la verdad es que muchas parejas sufren un bajón en esta área el primer año de casados. La pasión sexual suele decaer y uno o ambos se sienten infelices ante este hecho.

Estos vaivenes en la vida sexual producen distanciamiento físico y emocional. El que trata de cercarse y, recibe un no por respuesta, se siente rechazado.

El otro siente vergüenza o culpa por no poder satisfacer las necesidades sexuales de su pareja. Y la falta de comunicación hace el resto.

Muchas parejas sufren esto en silencio. Y así deciden que es más fácil no tener sexo que enfrentarse a sentimientos heridos e impredecibles, como el enfado y la culpa.

Si esto es lo que te está pasando ¡hay solución! Debéis tener una conversación y cuanto antes mejor. Siempre desde el amor y el respeto mutuo, pero con sinceridad.

problemas de pareja

Tenemos que estrechar nuestros lazos

Uno de los mayores problemas en parejas jóvenes es que nuestros cuerpos son de adultos, pero nuestras emociones son de niños. O, por lo menos, no son de adultos.

Los adultos establecemos lazos sólidos con la familia y los amigos. Ponemos a nuestra pareja o a nuestro matrimonio primero.

Y por eso las peleas vienen cuando se valoran más las necesidades de la familia y de los amigos que las de la pareja.

Y está muy bien mantener relaciones cercanas con amigos y parientes después del matrimonio. De hecho, es muy sano, pero priorizar a los otros por encima de la pareja no.

Este comportamiento llevará a una mala relación con nuestro compañero de vida ¡es inevitable! Tenemos que ser atentos con las necesidades y deseos de nuestra pareja.

Me refiero a serlo en el día a día y que esta atención sea recíproca. Es importante que sea en nuestra pareja en quien nos apoyemos. Para crecer juntos y estrechar fuertes lazos.

“Estoy harta de ir detrás de ti limpiando”

Las peleas de los recién casados

Hay que llegar a un acuerdo respecto a las tareas domésticas. Recoger la colada, limpiar la cocina, hacer la cena, lavar los platos, etc. Ambos deben participar de mutuo acuerdo.

De lo contrario puede ser un camino difícil y lleno de trampas. Y hacerlo de forma consensuada es fundamental para la salud de la pareja.

Cuando la mayor parte de las responsabilidades recaen injustamente sobre uno, surge el resentimiento. Y eso seguro que llevará a discusiones muy acaloradas.

Hay que llegar también a unos acuerdos de estándares de limpieza. Pero estos tienen que seguirse por ambos. Llegar a dichos acuerdos y cumplirlos como adultos.

Aquí no hay padres, madres e hijos, aquí hay dos adultos conviviendo. Es mejor comportarse como tales.

¿Cómo repartimos las vacaciones?

Programar las vacaciones el primer año puede ser una tarea difícil. Ninguno quiere renunciar al tiempo con su familia y así romper largas tradiciones familiares.

Pero al final hay que hacer concesiones o algunos sacrificios. Y tener que manejar la presión, la decepción de nuestros parientes y sus sentimientos heridos hace que todo sea más estresante.

Hay que entender que al casarse hemos creado una nueva familia. Y que esta nueva unidad va antes y por encima de las consideraciones de las familias originales.

Se puede hacer vacaciones por turnos visitando a los parientes. Y, si lo preferías, también podéis comenzar una nueva tradición familiar.

“Eres muy malo con el dinero”

El dinero es un tema que lleva a grandes confrontaciones. En especial a los recién casados, que están empezando a unir sus finanzas. Ya sea para comprar una casa o para crear una familia.

De novios o viviendo juntos, se puede esconder el tema del dinero debajo de la alfombra. Una vez te has casado se descubren verdades sobre las finanzas de tu pareja.

peleas de recién casados

Como la cantidad real de deudas que tiene o que sus hábitos con el dinero son los opuestos a los tuyos. Cuestiones que pueden parecer de tipo práctico, pero en realidad son más complejas.

Hay un gran trasfondo emocional en lo que al dinero se refiere y eso hace que sea difícil hablar del tema. Por eso es fundamental la honestidad, la sinceridad y la transparencia.

Expresar tus sentimientos y reconoce tus creencias limitantes. Sobre todo antes de desarrollar un plan y seguir adelante con esta vida financiera conjunta.

Recién casados y casados no tan recientes…

Si te ves reflejado aquí llámame. Juntos trabajaremos estos aspectos de la relación para que todo fluya y sea el amor lo que impere en casa. Buen día. Buena vida.

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