top of page

Me quiero separar

Últimamente veo en consulta muchas personas/parejas que están pensando, queriendo o en medio de un proceso de separación.

Algunos casos son más sencillos que otros, siempre depende de lo que esté en juego. A veces es mucho más que la separación de dos personas que en un momento dado decidieron vivir juntas y tener un proyecto común. Es algo mucho más profundo y menos evidente.

En el caso en el que la pareja decide separarse, y hay hijos de por medio, todo se vuelve más doloroso, incómodo y más difícil de manejar. Requiere un compromiso real por ambas partes, para que los niños sufran lo menos posible, ya que son meros espectadores, sin poder de decisión en esta situación. Pero no es este tema que quiero tratar en este artículo.

Cuando dos personas o dos almas se encuentran, se atraen, se conocen, se quieren y deciden unirse, crean un proyecto común, viven ese proyecto compartido y, a su vez, el proyecto de vida que cada uno ya tenía antes de conocerse. Creo que esto es algo que la gente no tiene en cuenta.

blog-veronica-lagos-psicologia-blog-me-quiero-separar

No debemos olvidar que cada uno de nosotros es un ser particular e irrepetible en el que confluyen: las historias y conflictos familiares específicos de nuestra familia de origen, la infancia que hemos tenido, las creencias familiares que existen dentro de nosotros y de las que no somos conscientes, las experiencias que hemos vivido y de las que hemos aprendido y llegado a conclusiones. En definitiva, somos una suma de programas y experiencias, y eso hace que seamos las personas que somos ahora.

Por eso cuando dos seres se unen para vivir juntos, la cuestión va más allá del amor que esas personas sienten el uno por el otro en ese momento.

A través de nuestras parejas, reparamos las historias no resueltas con las figuras importantes de nuestras vidas: padres, abuelos, hermanos… Todo esto, de forma inconsciente, por supuesto. Cuántas veces nos hemos encontrado diciendo frases como: «mi pareja se parece mucho a mi padre/madre, qué casualidad que tengan el mismo nombre, pero si han nacido el mismo día, es todo lo opuesto a mi madre/padre, se parece mucho físicamente a mi hermano, etc.» ¿A que sí? Pues esto no es casualidad. El azar no existe cuando nos unimos a alguien y es el origen de la mayoría de los desórdenes amorosos. Estas “casualidades” tienen un significado no evidente, ya que las razones están en nuestro inconsciente. Por eso nos encontramos diciendo con frecuencia: ya no quiero a esta persona, pero no sé por qué no puedo dejarla.

Para dar respuesta a esta cuestión, sería muy interesante conocer nuestra historia familiar, la historia de vida y de amor de nuestros padres, es decir, conocernos a nosotros mismos más allá de lo que nos gusta o disgusta, sabiendo sobre nuestro propio proyecto vital y el proyecto vital de nuestro clan.

Si estáis interesados en estas cuestiones y os gustaría saber más sobre estos temas, porque a lo mejor estáis viviendo una separación y os sentís un poco perdidos, contactad conmigo para así poder ayudaros en este trance difícil de vuestra vida.

Os deseo paz y amor.

Vero.

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
bottom of page