Personas tóxicas: huye de ellas como de la peste
Las personas tóxicas muchas veces desafían la lógica. Algunas desconocen el impacto negativo que tienen en los que los rodean. Otros, en cambio, parece que disfrutaran creando caos o metiendo el dedo en la llaga de la gente.
Es importante saber cómo lidiar con distintos tipos de personas. Ten presente que, la gente verdaderamente tóxica, no valen ni el tiempo ni la energía que consumen. Que por cierto es mucha. Las personas tóxicas crean complejidad, lucha y sobre todo un estrés innecesario.
¿Qué hacer cuando te cruces con personas tóxicas?
Para poder distanciarse de la gente tóxica, primero tienes que ser capaz de identificarla. La clave es poder separar aquellos que son simplemente molestos o difíciles de los realmente tóxicos.
A continuación, te pongo en evidencia 10 tipos tóxicos de devoradores de energía que debes evitar para no convertirte en uno de ellos.
Los temperamentales
Algunas personas tienen control cero sobre sus emociones. Te van a saltar a la yugular y proyectar sus sentimientos en ti, dando por sentado que tú eres el causante de su malestar.
Este tipo de gente es difícil de erradicar de nuestras vidas porque su falta de control emocional hace que sientas pena. De hecho, te usan de cubo donde depositar toda su basura emocional, empieza a darte cuenta de esto.
Los chismosos
Los cotillas o chismosos parecen obtener placer del malestar o las desgracias de los demás. Quizás puede parecer gracioso al principio curiosear en la vida de los otros, pero no lo es tanto.
Llega un momento en el que te sientes obsceno, cansado o te das cuenta que haces daño a los demás. Hay tantas cosas positivas en el mundo y tanto que aprender de gente interesante que no vale la pena regodearse de las desgracias ajenas.
Los egocéntricos
Los egocéntricos hacen sentir mal a la gente porque mantienen una postura de distanciamiento. Te das cuenta enseguida que estás al lado de un egocéntrico porque al poco tiempo de estar con ellos te empiezas a sentir solo.
Ellos no ven la necesidad de conectar con los demás a menos que te utilicen como un instrumento para aumentar su autoestima. ¿Piensas en alguien de tu entorno? Pues huye.
Las víctimas
Las víctimas no son fáciles de identificar porque al principio empatizamos con sus problemas. Pero, a medida que pasa el tiempo, empiezas a darte cuenta de que “te necesitan Todo el tiempo”.
Las víctimas, de manera activa, no se responsabilizan de los obstáculos que encuentran en el camino y hacen montañas de cualquier contratiempo.
Nunca ven los problemas como posibilidades de aprendizaje sino todo lo contrario. Recuerden el viejo dicho que reza “el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional”. La víctima elige sufrir todo el tiempo.
Los envidiosos
Para los envidiosos lo de los demás siempre es mejor que lo propio. Incluso cuando les suceden cosas geniales, no obtienen ningún placer y no lo disfrutan.
Esto se debe a que miden lo que tienen o son respecto al resto del mundo. Y no se dan cuenta que la satisfacción está en la cosa en sí y en uno mismo.
Además, no nos engañemos, siempre hay alguien más listo, más guapo, más rico o a quien le va mejor, si dedicas a buscarlo. El problema de pasar tiempo con un envidioso es que empiezas a restarle importancia a tus propios logros.
Los manipuladores
Los manipuladores te quitan tiempo y energía bajo la idea engañosa de que son tus amigos. Saben lo que te gusta, lo que te hace feliz, lo que te hace reír y usan esa información para conseguir cosas.
Los manipuladores siempre quieren algo de ti, siempre cogen, cogen y cogen sin dar a cambio.
Harán lo que sea para conseguir tu amistad y tu cariño para poder usarte luego.
Los retorcidos
Hay personas tóxicas que tienen malas intenciones y obtienen placer del dolor y la miseria de los demás. Parece que están cerca de ti para hacerte sentir mal, herirte o conseguir algo.
Pero, si no es así, no se interesan por ti. Lo bueno de los retorcidos es que los ves venir de lejos y eso hace que sea más fácil deshacerte de ellos.
Los enjuiciadores
Los enjuiciadores siempre están dispuestos a decirte exactamente qué no está bien o qué te sienta mal, por ejemplo. Tienen una forma especial de hacerte sentir mal por esas cosas que te apasionan y te gustan.
En vez de apreciar y aprender de los que son distintos a ellos, lo que hacen es mirarlos por encima del hombro. Aléjalos porque no te permiten ser tú mismo.
Los arrogantes
Los arrogantes son una pérdida de tiempo. Se toman como un reto personal todo lo que haces. La arrogancia es inseguridad enmascarada, es siempre una máscara para esconder la falta de autoconfianza.
Los negativos
Los negativos son personas que te quitan tu energía vital, te destruyen el alma. Cuando ellos entran en una habitación parece como que todo se oscureciera.
Roban la energía imponiendo su negatividad y su pesimismo en todos aquellos con los que se relacionan. Siempre ven la botella medio vacía y pueden inocular el virus del miedo y la preocupación en la situaciones más banales y benignas.
¿Cómo protegernos de todos ellos?
Las personas tóxicas nos enloquecen por su comportamiento irracional. Por ello no cometas el error de responder de manera emocional y quedar atrapado en su juego.
Cuanto más irracionales, mejor, así te será más fácil apartarte de ellos. Distánciate emocionalmente y relaciónate con ellos como si fueras un científico que los observa.
Atiente solo a los hechos y no respondas al caos emocional que puedan haber creado. Para mantener esa distancia emocional tienes que conocerlos, de lo contrario conseguirán darle a tu tecla y desquiciarte.
Los que viven con tóxicos creen que no pueden controlar este caos, pero eso no es así. Una vez que identificas a las personas tóxicas, podrás predecir su comportamiento y te será más fácil entenderlas.
Esto te permitirá pensar de manera racional para poder decidir cuándo y dónde relacionarte con ellos. Debes poner límites de manera consciente y proactiva.
Si dejas que las cosas sigan su propio curso, te vas a encontrar teniendo las mismas conversaciones difíciles una y otra vez.
Si pones límites y decides cómo relacionarte con un tóxico, vas a poder tener cierto control sobre el caos que ellos crean. Eso sí, recuerda ser firme con tus límites cuando ellos traten de cruzarlos, porque seguro que lo intentarán.
¿Te has encontrado con alguno de estos tóxicos a lo largo de tu vida? ¿Te gustaría contármelo? Ya sabes dónde y cómo encontrarme. Buen día. Buena vida.
