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10 razones por las que no eres feliz


razones por las que no eres feliz

Seguro que sabes que la forma en que nos tratamos a nosotros mismos influye. Cómo reaccionamos ante un error que hemos cometido o cómo vivimos nuestra interacción con el resto.

Aquí están las 10 razones más comunes por las que no eres feliz. ¿Te reconoces en alguna de ellas o en más de una? Empieza cambiando pequeños hábitos y verás que todo es posible.

Cosas que haces y sabotean tu felicidad

Es habitual tener enfrentamientos con otras personas. Más aún cuando son aquellos con los que convivimos. ¿Te ha pasado? Seguro que constantemente.

Pero el conflicto número uno es que, ante un problema con alguien, esperas que sea el otro el que cambie de parecer ¿por qué? ¿Por qué crees que siempre es el otro quien se equivoca?

Existen muchas formas de ver las cosas y quizás los dos tenéis parte de razón. Quizás debas empezar por ceder un poco. Trata de ponerte en su lugar y concédele el beneficio de la duda.

El segundo conflicto consiste en proyectar tus necesidades, miedos, enfados en los demás. Puede que sea sin darte cuenta. Pero lo que tienes que hacer es mirar en tu interior y ver qué produce ese sentimiento.

Otro problema habitual es ser demasiado exigentes con nosotros mismos. Si te focalizas en tus errores no podrás ver el resto de cosas que haces bien. Eso tampoco te hace ningún favor en el camino a tu felicidad.

Las emociones son la base si quieres sentirte feliz

Las emociones y la felicidad van de la mano, pero no todas. Y puede que esta sea una asignatura pendiente bastante generalizada. Es normal, siempre es algo que obviamos.

Fíjate en ti; muchas veces te habrá preguntado “cómo estás”, pero ¿alguien te ha preguntado alguna vez “cómo te sientes”? Seguro que mucho menos. Por eso nos perdemos un poco en este mundo.

A veces no expresamos las emociones y sentimientos o no lo hacemos adecuadamente. Confundimos el momento o el lugar o peor, las guardamos hasta que ya no podemos mas y ¡desastre! Explotamos.

Si te callas por no discutir prepárate. Porque lo que estás haciendo es iniciar una batalla interna y créeme que no serás tú quien gane. No hace falta ser maleducado o hiriente, pero habla siempre que lo necesites.

En un estado de nerviosismo, no esperes que sean los demás los que te tranquilicen. No siempre tiene que llegar la ayuda de fuera, tú también eres capaz de hacerlo.

Puede que sea más fácil que otros nos levanten el ánimo con tonterías. Nos prestan atención y nos cuidan ¡no está mal! Pero si estás triste es algo que pasa por ti y no por los demás.

Cada uno somos responsables de nuestros propios sentimientos y estados emocionales. Y, por ende, tampoco le eches la culpa al resto por no tenderte una mano. Aprende a gestionar tus estados de ánimo.

Si no eres feliz revisa la manera en la que te relacionas con el mundo

A veces no puedes ser feliz porque tienes grandes expectativas respecto a las personas. Posiblemente desproporcionadas. En relaciones, amistades o con familiares. Pero recuerda que nadie puede todavía leerte la mente.

Otra de las razones por las que no eres feliz es tu necesidad de reconocimiento. Buscas aprobación externa. Que tus allegados te digan lo bien que lo haces o la pericia que tienes ¡olvídate! Cree en ti mismo.

De nuevo recuerda que el auto reconocimiento y la aprobación está en ti. Valora lo que haces bien y trata de mejorar lo que no. Pero no te sabotees ni te frustres si los demás no te hacen la ola.

Llegamos al conflicto número siete: te tomas todo muy a pecho. Cualquier cosa que sucede o se comenta a tu alrededor te afecta personalmente. Y sin darte cuenta eres como “lady drama”.

Te olvidas de que cada uno vive su propia “película mental”. Tú solo eres una proyección o un espejo de la persona que te critica. Pero lo cierto es que el mundo seguirá girando sin ti ¡relájate un poco!

El mundo no tiene como objetivo principal atacarte por deporte

A veces solo un pequeño cambio de perspectiva supone un gran cambio de visión. Lo que nos lleva al conflicto número ocho. Cuidar a los demás está bien, pero no debes olvidarte nunca de ti.

Si siempre antepones al resto tu relación personal contigo se verá debilitada. Y esto tampoco te va a ayudar nada a sentirte feliz. Al final eres tú quien habita en ti y lo harás durante el resto de tu vida.

Tú eres las primera persona en la que tienes que pensar. Por eso también debes buscar tu propio bienestar, de manera ecológica. Es decir, sin dañar a otros en el intento. Esto es muy sano y no te hace egoísta.

Recuerda: si tú estás bien puedes hacer sentir bien al resto de personas con las que te relaciones. Empieza a trabajar en tu propia relación contigo ya mismo.

Y el décimo conflicto nos lleva a tus límites. No te olvides de respetarlos. Cuando los sobre pasas te alteras, te atropellas y quizás luego hasta te castigas a ti misma. Quiérete y cuídate cada día.

Como ves, al final todo se reduce a cómo te tratas a ti mismo o a ti misma. Si eres amable y estás a gusto, te mimas y te respetas, todo irá bien. Actúa con coherencia, busca tus miedos y afróntalos. Paso a paso.

Asume tu responsabilidad para contigo. Verás que si todo fluye, tus relaciones también fluirán. Será así como te sentirás más feliz y en paz. Pero si tienes cualquier duda, ven a verme y charlamos.

Recuerda que los demás existen como una proyección tuya. Tú eres ellos y ellos son tú. Mucho ánimo en tu camino hacia la felicidad. Buen día. Buena vida.

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