¿Sabemos decir que no?

Decir que NO es difícil ya que nos preocupa herir los sentimientos del otro, defraudar, que nos deje de querer, que se enfade, que tengamos que explicarnos cuando a veces no nos aclaramos nosotros mismos.

Todos estos motivos que decimos en nuestro discurso interno, sólo nos llevan a desvalorizarnos, a hacer y aceptar cosas que no queremos, a enfadarnos y a sentir frustración.

Una de las cosas que primero pregunto a mis pacientes cuando dicen que tienen problemas de autoestima es: ¿sabes de decir no? ¿Lo haces alguna vez? Generalmente, la respuesta es negativa.

Este no saber decir NO ocurre con mucha frecuencia dentro de la familia, ya que creemos que en familia todo es aceptable e incuestionable, incluso cuando no estamos de acuerdo u opinamos y deseamos lo contrario.

Hay que decir NO cuando queramos decirlo, y ese NO tiene que salir del amor y del respeto hacia uno mismo y hacia el otro, nunca desde la rabia o el resentimiento.

Soy coherente conmigo mismo, pienso, digo y hago en la misma línea. Si actuamos así, puede que el otro no lo entienda, pero tendrá que aceptarlo y respetarlo. Si hay verdadero amor, seguirán amándonos a pesar de nuestras diferencias de opinión.

Tenemos que aprender a decir NO y a aceptar el NO de los otros, sin miedo, sin juzgar y con mucho amor.

Contáctame y juntos recorreremos este camino de aprendizaje.

Vero.