top of page

Te perdono, me perdono

Quiero comenzar a hablar del perdón con una cita de Facundo Cabral:

“Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta”.


Y tendrían que conocer la vida de Facundo para poder entender la magnitud de estas palabras.

¡Qué frase tan maravillosa! ¡Qué frase tan cierta! El perdón es fundamental para una vida sana, completa, abundante, sin pesos ni ataduras.


Y digo ataduras porque mientras no perdones seguirás amarrada a esa persona o situación que aún está en ese limbo del no perdón. Y a veces lo que te ata son cadenas muy pesadas, muy duras que vas arrastrando todo el tiempo de un lado a otro.


Perdona, suelta, confía


Perdónate a ti misma por los “errores” cometidos. Lo hiciste lo mejor que pudiste en ese momento teniendo en cuenta el grado de consciencia que tenías. De hecho, no son “errores”, son tropiezos, escollos, piedras que saltear, que te llevan a un grado de mayor consciencia si los sabes aprovechar.


Agradece el aprendizaje al que te han llevado. Y si lo ves así, te darás cuenta de que el perdón ya está en ti, solo que no te habías dado cuenta.


Perdona, suelta, confía


Perdona a tus padres por no haberte dado el amor y el reconocimiento de la manera que tú lo deseabas. Ellos también lo hicieron lo mejor que pudieron, que no te quepa la menor duda.


Y perdona a tu pareja por no darte eso que tanto anhelas, por no cubrir tus necesidades, por no hacerte sentir amada. Tu pareja, como todos los demás, es tu reflejo y por ello proyectará luz o sombra solo en función de lo que haya en ti.


Perdona, suelta, confía


Perdona a tus hijos por no cumplir con las expectativas puestas en ellos. Tú eres el medio a través del cual ellos llegan a esta vida, pero ellos tienen sus propios proyectos y deseos. Respétalos como seres individuales que son.


Perdona a la vida por no ser “justa” o por no tratarte bien. Recuerda que tu mente crea la realidad que vives. Solo depende de ti y del cristal a través del cual miras lo que te rodea.


Perdona, suelta y confía


Si sientes que tienes seres y situaciones que perdonar y que te pesan como losas, llámame y juntas transitaremos la senda del perdón.

Buen día. Buena vida.


Vero




Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
bottom of page