Teletrabajo y sus pausas de rigor ¿las haces?
Muchos de nosotros trabajamos desde casa y algunos me habláis de que en el teletrabajo lo de las pausas es una paradoja. ¿Te cuesta más mantener una disciplina horaria desde casa? Vamos a verlo.
La paradoja de descansar en casa
Algunos ya no vamos diariamente a la oficina o a nuestro centro de trabajo, debido a la situación surgida por la pandemia. Pero, como siempre digo, todo tiene un lado positivo y otro negativo. ¿Cómo podemos hacer que esta nueva situación juegue a nuestro favor?
Una forma de hacerlo es haciendo una pausa real para comer. Cuando estamos trabajando desde casa es fácil no percatarnos del tiempo y saltarnos la pausa de la comida. Y ten presente que este es un hábito que, a la larga, es dañino.
No parar para comer por hacer más trabajo consigue, de hecho, el efecto contrario: que seamos menos productivos. Según unos estudios recientes, tenemos capacidad para trabajar en profundidad en una tarea cada día durante unas cuatro horas.
Por lo tanto, tiene poco sentido privarte de la comida para ganar tiempo. Sobre todo si esto va a suponer que eres menos productivo o menos creativo. Cometerás más errores y estarás pavimentando tu camino para llegar a quemarte laboralmente.
Otras veces nos quedamos sentados en la pausa de la comida leyendo correos, poniéndonos al día con las noticias o consultando las redes sociales. ¿Sabes cuál es el problema de esto? Que estas actividades no nos “refrescan” y al no levantarnos de la mesa de trabajo, vamos a empalmar con el trabajo sin más.
¡Esto tampoco te va a servir!
Cómo hacer una verdadera pausa para rendir más
Si lo que quieres es trabajar bien, de principio a fin, tener tus descansos y ser productivo, te cuento cómo. Estas son las sugerencias de los expertos:
Como mínimo, levántate y aléjate del escritorio o la mesa o el sofá o donde sea que trabajas. Cambia el escenario. Es muy fácil hacer todo en tu escritorio: comer, hacer llamadas personales, comprobar las redes, ver las noticias, hacer la compra online. Levantarte y alejarte de la zona donde trabajas te ayuda a despejar tu mente, a resetearte y a experimentar un día más equilibrado y positivo. Salir al aire libre es lo ideal ¿te apetece un café al sol de tu balcón? Pero si esto no es posible, vete a otra parte de tu casa.
Prepárate una comida sana, luego siéntate y disfrútala. Una de las ventajas de estar en casa a la hora de trabajar es que podemos disponer de nuestra cocina para cocinar. Pues hazlo. Cocinar en plena consciencia es sumamente beneficioso ya que desconectas del trabajo. Si estuvieras en el trabajo, quizás pedirías o comprarías algo para comer rápido y hasta un poco indigesto y lo comerías en tu escritorio. Ahora que estás en casa puedes preparar algo fresco y nutritivo que no te produzca un subidón de azúcar, que luego te llevará a un inevitable sopor seguido de un café.
Si por algún motivo te cuesta preparar la comida al mediodía, hazlo la noche anterior o por la mañana.
Disfruta de lo que comes, degustando los distintos sabores e ingredientes, evita comerte un bocadillo mientras haces otras tareas y tu estómago te lo agradecerá en forma de una buena digestión.
Sal fuera un rato. Pasas mucho tiempo dentro de casa y este mismo espacio es ahora también tu lugar de trabajo, por eso es muy importante que salgas al aire libre. Durante la pausa de la comida, camina un poco o simplemente sal y siéntate afuera un momento para que te dé el aire fresco.
Al salir, experimentamos una completa experiencia sensorial, sintiendo el brillo y el calor del sol, los pies golpeando el suelo, el viento sobre nuestras mejillas, los sonidos de la naturaleza o de nuestros vecinos, los olores que nos rodean.
La luz natural estimula la producción de serotonina y eso nos hace sentir más felices. Y cuando caminamos, se activa nuestra circulación lo que favorece nuestras actividades cognitivas y que se nos disipe esa niebla mental que a veces sentimos.
Mueve tu cuerpo. Uno de los lados negativos del trabajar en casa y no tener que desplazarnos a la oficina es el sedentarismo ya que tenemos todo al alcance de las manos. Sal a caminar en la pausa de la comida o haz unos estiramientos o puedes poner música y bailar en tu habitación. Muévete. Luego pensarás con más claridad, serás más creativo y estarás de mejor ánimo.
Pasa un rato con alguien a quien quieres. En persona o virtualmente. El momento de la comida es un buen momento para contactar con la gente y desconectar del trabajo. Si tienes niños, aprovecha ese momento para estar con ellos.
Medita o haz algo que te contacte contigo mismo. Usa parte de esta pausa para comer para relajarte y para respirar profundamente. Puedes meditar en silencio o seguir una meditación guiada. Pon el teléfono en un modo que no te molesten o distraigan. Ponte en una posición cómoda, encuentra un lugar tranquilo y aléjate de las notificaciones y las distracciones, aunque sean 10 minutos cada día. Si meditar no es lo tuyo, hay otras actividades como colorear mandalas, estar en silencio, rezar, escribir en un diario, hacer una breve siesta, dibujar, tejer…
Como ves, la pausa de la comida tiene como un carácter sagrado en estos tiempos de teletrabajo, ya que respetándola preservamos nuestra salud mental y física a largo plazo.
¿Qué vas a hacer tú por tu salud a partir de ahora? Recuerda que cuidarnos es una forma de demostrarnos amor a nosotros mismos. Y tú eres fundamental en tu vida y el ser al que más debes cuidar y amar.
Buen día. Buena vida.
Vero
