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Y tú ¿te hablas a ti mismo con amor?




Hablarse con amor es importante y te voy a explicar porqué como terapeuta y como amiga.


Desde hace un tiempo, esta es una de las máximas en mi vida y que me esfuerzo por aplicar. Porque sé que lo que me digo, el tono y la intención que uso son claves en este camino que he iniciado. Un camino para amarme a mí misma incondicionalmente.


Nuestro lenguaje interior es clave para nuestro bienestar y para conseguir nuestros objetivos. Pero también para disfrutar del día a día; para no boicotearnos; para estar sanos física y emocionalmente y para sentirnos plenos y en armonía.


Todo esto siempre al margen de los demás y de las circunstancias externas a nosotros. Es decir, darnos afirmaciones positivas y con amor es uno de los regalos más grandes que podemos hacernos a nosotros mismos.


¿De dónde viene esa forma de hablarnos y por qué?


Nuestro lenguaje interior es el resultado del lenguaje que usaron con nosotros en nuestra infancia las personas referentes de nuestra vida. Nuestra figuras de apego y de apoyo. Aquí los padres y los maestros ocupan un lugar fundamental.


Esas “etiquetas” que nos pusieron, esa manera de hablarnos, ese tono, esos mensajes que recibimos en forma de goteo diario nos marcan de por vida.


Algunos de nosotros somos afortunados porque los mensajes recibidos fueron amorosos, motivadores, esperanzadores y estimulantes. Nos llenaron de seguridad y de amor propio. Otros no somos tan afortunados y los mensajes con los que nos alimentaron fueron más derrotistas, limitantes, duros o negacionistas. Y nos aportaron inseguridad, temor y falta de autoestima, en definitiva.


Y aquí está el origen de la mayoría de nuestras creencias limitantes sobre el mundo, sobre los demás y sobre nosotros mismos. Incluso nuestro tono al hablarnos.


Cambiemos esas formas conscientemente


Llegados a este punto, es obvio que como adultos que somos ya es tarea nuestra el hablarnos con cariño y de manera positiva. Recibimos en el pasado lo que recibimos. Lo agradecemos porque, aunque no hayan sido los mensajes ideales, fueron lo mejor que nos pudieron dar.


Siempre de acuerdo al grado de consciencia de esos adultos que nos amaban y nos cuidaban. Y a partir de ahora te toca tomar las riendas A TI. Y desde al amor y el respeto que te tienes a ti misma, cambiar tu discurso interior.


Identifica esos mensajes boicoteadores y negativos que te das. Haz una lista con ellos y empieza a buscar la afirmación alternativa y positiva a cada uno de ellos. Si te ayuda te doy unos ejemplos ahora.


- Soy capaz.

- Soy fuerte.

- Soy buen.

- Soy lista.

- Me amo y me respeto completa y profundamente.

- La vida es bella.

- Soy hermosa.

- Yo puedo.

- El mundo es un lugar seguro.

- Me siento protegida.

- Mis seres queridos me apoyan.

- Soy próspera y abundante.

- Soy digna y merecedora de amor.


Si alguna de estas afirmaciones resuena contigo, adáptala para que te sea más fácil hacerla tuya y empieza a decírtela cada día al levantarte y al irte a dormir.


Reafírmate y usa tu lenguaje de amor a diario


Recuerda que tú tienes las riendas y hazlo visible. Yo me he escrito afirmaciones en los azulejos de la cocina, me las he pegado en el espejo del baño, en la pared de delante de la cama, así las veo en distintos momentos del día y me las digo en voz alta. Prueba tú algo similar.


También es interesante grabarlas con tu propia voz con un tono amoroso y escucharlas por lo menos un par de veces al día. Así combinando estas dos formas de recibir los mensajes, visual y auditivo, el mensaje cala más porque entra por dos canales diferentes.


La repetición de estas afirmaciones positivas poniéndole intención y sintiéndolas dentro tuyo en el momento en el que te las dices, es una forma de reprogramarte para vivir las experiencias desde un lugar interior diferente.


Además de todo esto, si te hablas de forma amorosa y tierna a ti misma en tu día a día, obtendrás otros resultados positivos. Porque desarrollas una especie de ternura interior que vas a trasladar a los demás y vas a comenzar a ser más amorosa con la gente con la que tratas.


Los beneficios son enormes y abarcan todas las áreas de tu vida.


Sí, ya sé que he repetido la palabra “amoroso” muchas veces, pero es que me he transformado en una gran defensora del trato amoroso a uno mismo y con los demás. Verás que es la mejor herramienta para vivir mejor y en armonía.


Ámate, háblate bien, mímate, sonríete y la vida será un paseo hermoso que tenemos la fortuna de recorrer.


Buen día. Buena vida.


Vero




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